martes, 5 de junio de 2012

DOS GATOS POR EL MUNDO


¡UNOS GATOS POR EL MUNDO! ¡ES UNA LOCURA! Je, je.
Raspi y yo Perla dimos una pequeña vuelta al mundo pero no en avión ni en barco sino en globo los gatos lo llamamos bola de hilo gigante, pero aún así no podemos jugar con ella ¡Es muy grande! Así que… Espera, un, momento. ¡Os estoy contando la historia! Bueno tendremos que empezar.

HISTORIA

Era una deliciosa tarde de verano, los 2 gatos aventureros (Es decir nosotros) descansábamos bajo un árbol de un color verdoso fresco.
Entonces, Raspi encendió su súper ordenador gatuno que era de la mejor marca gatuna “kichen” (es como apple), Raspi es aficionado a las noticias, tanto gatunas como las de personas, y por casualidad puso las de personas, después de esperar un rato a que se cargara apareció la noticia más importante del día:


NOTICIAS:

Un rescatador de tigres (John Cleeg) fue al sur de América y al volver tuvo un accidente no se sabe donde está pero en la imagen  hay sitios donde puede estar                                                                                

MIAMI, BRASIL,MARRUECOS


Entonces, tuve una idea para tener un buen premio podíamos ayudar al rescatador de tigres a Raspi le pareció magnífica la idea ¿Qué gato no quiere un buen premio? Estuve toda la noche planeándolo con ayuda de Raspi, y ya al día siguiente estaba todo planeado, el transporte, la comida, los mapas y la brújula.


Antes de empezar a volar, subimos la bandera de los gatos      
¿A que es original? Y entonces, zarpamos, podía sentir el aire fresco como los pájaros y hasta podía tocar las nubes, íbamos al 1º punto marcado a África del norte es decir a Marruecos se cree que puede estar allí cuando llegamos empezamos a mirar por la playa y nos encontramos un vendedor de marisco, mmmmm que rico se relamía Raspi cuando fuimos a comprar un poco de marisco el hombre  ¡No nos entendía! Vaya ayuda no sabe idioma felino, Raspi de tanta hambre que tenía tuvo que robar un trocito de marisco, aún así allí no estaba el rescatador de tigres. Íbamos a volver al globo cuando nos topamos con un precioso gato pelirrojo con un acento africano, Raspi me susurro al oído, -no te fíes de los gatos pelirrojos son ladrones- Pero, continué hablando, - Hola, soy Perla y este es Raspi- el me contestó –Oooo, Perla que nombre tan encantador, yo soy Ramón ¿Qué buscáis?, -A un rescatador de tigres, John Cleeg ¿Lo has visto?- contesté –No, pero os ayudaré

Después de haber conocido a ese tal Ramón zarpamos a el siguiente sitio donde puede estar a Brasil, desde la cima del globo se veía el océano Atlántico resplandecer gracias al sol, se veía el agua clara con hermosos peces al fondo que se movían lentamente, en ese momento vimos una pareja de delfines saltando ágilmente sobre el agua, moviendo sus colas tranquilamente, mientras saltaban hacían un breve sonido –iiiiiiii- gritaban ¡Qué bonitos son los delfines!

Al llegar a Brasil desembarcamos en el centro de la ciudad, había muchísima gente pero ningún gato -¿Dónde están los gatos? Preguntó Raspi –No lo sé- contesté –Pero debe haber alguno-.
Continuamos andando hasta una pequeña calle donde había un pequeño tenderete con un gato a su disposición, nos acercamos y vimos lo que vendía, pescado, muslitos de pollo, galletas de gato…
-Mmmmm- exclamó Raspi, y cogió 2 muslitos de pollo le pagó y nos fuimos al Amazonas donde estaba recatando tigres John Clegg.
-Uau- digo Ramón –Nunca había estado en una selva tan grande-
Vimos el gran río Amazonas era gigantesco y con un montón de caimanes brrrrrr ¡Qué miedo! Mientras andábamos nos cayó un montón de humedad –Ahhhhh- chillamos a coro ¡Los gatos odiamos el agua! A mitad del camino se acercó… ¡Un tigre! Rugiéndonos tan fuerte que estábamos temblando de miedo, entonces dijo el tigre,
 -HOOOLA, soy el tigrrre rrrayas nos quierrro hacerrr daño, mi rrrescatadorrr no lo encuentrrro y me ha morrrdido un caimán-
-No te preocupes rayas, te ayudaremos- le dije
-Grrrracias, os doy mil grrracias de todo corrrazón.

Rayas, nos acompañó al globo donde teníamos unas vendas para curarle, cuando llegamos le moje un poco la pata y le puse una venda, que todos
Le firmamos en ella -Grrracias, ¿Puedo irrr con vosotrrros? Esque no me quierrro separrrarrr de mis mejorrres amigos- nos dijo –Pues claro- contesté –Te cuidaremos mucho- Rayas se puse a llorar de alegría -¡¡Os quierrro amigos!! Nos dijo -¡¡Ahorrra serrreís mi familia!!.


Partimos al último sitio que nos quedaba a Estados Unidos Miami el último sitio donde debe estar cuando llegamos vimos una playa gigantesca Rayas tenía un calor de muerte así que Ramón y Raspi fueron a por agua cuando volvieron antes de que dijeran nada Rayas les arranco la botella de agua de las manos, bebió un trago y se la tiró toda encima. Entonces, Raspi y Ramón ya podían hablar: -¡Perla! Hemos visto a John Clegg muy diferente lleva gafas de sol y un traje a la moda- Entonces fuimos donde estaba.

Cuando lo vimos, estaba muy pero que muy cambiado nos acercamos y le pregunté –Hola John Clegg, ¿por qué estas aquí?
Pero como sí nada ¡No me entendía! Él solo oyó –Miau, miau, miau…
Entonces Ramón me dijo –Perla, yo se escribir en idioma persona dime lo que le quieres decir y yo lo escribiré- -Vale- contesté
Y empezó a escribir:

1Hola John Clegg, ¿Qué hace aquí, porque no estas rescatando tigres?
2¿Pero te necesitan?
3¿No hecha de menos España y a su familia?
4Te llevaremos en nuestro globo hay un sitio más.

Porque aquí trabajo en el circo y me pagan mejor, gato.
Lo sé, pero yo necesito dinero

Me vas a hacer llorar gato, creo que me voy a volver pero no tengo transporte

Gracias, me vuelvo con vosotros

Subimos al globo y preguntamos primero a Rayas si se venía
a España, el aceptó ¡Pero en un lugar fresco! Después preguntamos a Ramón, pero el dijo tristemente que NO porque en Marruecos tiene a su mujer y a sus 7 hijitos.
Cuando llegamos a Marruecos Ramón nos dio algo típico de allí un turbante con un signo de amistad y su propia firma en él nos dio uno a cada uno menos a John Clegg ¡Le venía pequeño! Después nos fuimos saludándole desde lo alto.


Después dejamos a John Clegg en Madrid y nosotros nos fuimos a nuestro pueblo con Rayas, que le querían meter en un… ¡Zoo! Pero no lo permitimos, le hicimos una preciosa casita de madera en la cochera de nuestra casa el lugar más fresquito.

Y así se termina la historia donde Raspi y yo hicimos muchos amigos solo con un viaje.
ESPERO QUE OS HAYA GUSTADO*
Perla

Fin.
Zoe benito murciano












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